El ayuno extremo es una práctica que ha sido utilizada en diversas sociedades antiguas y modernas con propósitos religiosos y médicos. Actualmente, el ayuno intermitente (en el que se alterna los períodos para comer) es una práctica popularidad para perder peso.
Sin embargo, un reciente estudio publicado en «Nature Metabolism» reveló que a pesar de que existen beneficios al realizar ayunos, también podría conducir a futuras intervenciones terapéuticas.
Los investigadores observaron cambios en las fuentes de energía del cuerpo, que pasó de utilizar glucosa a grasa almacenada en el cuerpo.
A pesar de la pérdida de peso, se observó que la pérdida de masa magra se revirtió casi por completo después del ayuno, mientras que la masa grasa se mantuvo.
Estos hallazgos podrían tener implicaciones significativas para comprender mejor los beneficios y riesgos del ayuno extremo en la salud humana.



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