En medio de la tensión surgida entre policías estatales y estudiantes normalistas de Ayotzinapa, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, negó que su gobierno persiga movimientos sociales.
Lo anterior, tras la muerte de Yanqui Khotan Gómez Peralta, presuntamente a manos de la policía, y la detención de otro estudiante.
Salgado expresó en redes sociales que se busca atender las manifestaciones sociales a través del diálogo, evitando la confrontación, así como señaló que la pacificación de Guerrero es una prioridad, buscando siempre el bienestar del pueblo y la estabilidad social del estado.
Previamente a sus declaraciones, líderes estudiantiles normalistas sostuvieron diálogos con funcionarios del gobierno guerrerense para abordar el caso de la muerte de su compañero. Sin embargo, estas conversaciones se llevaron a cabo después de protestas que incluyeron la quema de patrullas y la retención temporal de guardias nacionales.



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